EPA–Omega3 es una combinación de lípidos marinos concentrados extraídos de diversas especies de pescado salvaje. Estos lípidos marinos son muy ricos en ácidos grasos esenciales de la serie omega 3: ácido eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA).

Se han elegido estas especies de pescados pequeños por ser menos propensas a acumular metales pesados y otros agentes contaminantes, los cuales son abundantes en las especies de pescados de gran tamaño.

Además de esto, durante el proceso de elaboración al que se ve sometido el aceite de pescado, se utiliza la destilación molecular, un método de separación y purificación de sustancias, que junto a los rigurosos análisis que se llevan a cabo, nos asegura un aceite de alta pureza, con una cantidad mínima o nula de grasas saturadas, de metales pesados, PCBs y otros contaminantes consiguiendo así un aceite de grado farmacéutico.

La alta concentración de EPA y DHA en el producto EPA–Omega3, hacen que este sea una fuente muy rica de estos ácidos grasos y un buen suplemento de la dieta. Estos ácidos grasos esenciales han demostrado ser muy importantes para el buen funcionamiento del organismo. A veces la dieta no proporciona las cantidades adecuadas y es necesaria una suplementación.

Los ácidos eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA) son precursores de las prostaglandinas de la serie 3. Estas prostaglandinas son sustancias parecidas a las hormonas que al ensanchar los vasos sanguíneos favorecen la circulación de la sangre y bajan la tensión arterial y en consecuencia disminuyen el riesgo de infarto o de ataque al corazón.

El EPA mantiene el equilibrio entre prostaglandinas, tromboxanes y leucotrienos. Un desequilibrio entre estas sustancias puede causar reacciones alérgicas e inflamaciones.

ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3: Representan un grupo de grasas especiales que el cuerpo necesita tanto como necesita vitaminas o cualquier otro nutriente dietético. A diferencia de muchos de los compuestos críticos que el cuerpo requiere para funcionar correctamente y puede producirse, como muchas de las vitaminas del complejo B y colesterol, los ácidos grasos omega-3 sólo pueden ser adquiridos a través de la dieta.

La importancia de la ingesta de ácidos grasos omega-3 para el crecimiento normal y la salud en general se ha reconocido desde la década de 1930, con la popularidad de productos como el aceite de hígado de bacalao. Únicamente fue con la observación del pueblo Inuit de Groenlandia en la década de 1970 que se descubrieron los beneficios actuales de la suplementación con omega-3. Los Inuit viven principalmente con una dieta rica en grasa de peces y mamíferos de agua fría ricos en omega-3. Su incidencia significativamente menor de ataques cardíacos y artritis reumatoide provocó una extensa investigación sobre los beneficios de los ácidos grasos omega-3 (1,2).

EPA-Omega3 (660 mg de EPA y 330 mg de DHA) es el suplemento ideal para cosechar los beneficios de los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en muchas especies de peces de agua fría que serían difíciles de alcanzar por el consumo solo.

La presencia de estos dos ácidos grasos representa una amplia gama de beneficios terapéuticos.

EPA actúa como un precursor para la producción de prostaglandinas que controlan la respuesta inflamatoria que causan dolencias en las articulaciones como la artritis, así como mejorar la salud de las paredes arteriales y ayudar a prevenir la coagulación arterial que puede causar ataques al corazón y derrames cerebrales (2-5).

DHA es esencial para el desarrollo del cerebro y los nervios, y mejora la calidad de la vaina de mielina que aísla los nervios. Los beneficios del cuerpo que incorpora en las estructuras de la pared celular, a diferencia de las grasas saturadas, también hace más resistentes las células a los posibles daños de los radicales libres (6-11).

Los beneficios generales de los ácidos grasos omega-3 van desde una función cardiovascular mejorada, una mejor salud mental (depresión, ADHD y trastorno bipolar), fortalecimiento de la función del sistema inmunológico, alivio de la artritis y prevención de la degeneración macular. La investigación continúa descubriendo los beneficios adicionales de la suplementación con EPA y DHA (12-15)..

Beneficios:

Disminuir el colesterol, la presión arterial alta y reducir los problemas cardiovasculares.
Ayudan en la transmisión de impulsos nerviosos y son necesarios para el normal funcionamiento del cerebro.

Ingredientes:

aceite de pescado (sardina, Sardina pilchardus y/o anchoa, Engraulis encrasicolus), D-alfatocoferol (vit. E) (de girasol Helianthus annuus), perla (agente de recubrimiento: gelatina; humectantes: glicerina y agua purificada).

Modo de empleo

1 perla 2 veces al día.

Presentación:

Envase de 60 comprimidos

Advertencias: Los complementos alimenticios no deben utiliazarse como sustitutos de una dieta variada y equilibrada y por un modo de vida saludable. No superar la dosis diaria expresamente recomendada. Mantener fuera del alcance de los niños más pequeños. Conservar el envase bien cerrado, en lugar seco y fresco.

La información contenida en nuestra web tiene carácter informativo y no puede ser considerada como sustitutiva de la prescripción, diagnóstico o tratamiento médico. Los resultados de los complementos nutricionales pueden variar en función de la persona, y el tiempo para obtener los beneficios indicados dependerá de cada caso.