La población española no descansa adecuadamente. Se estima que en algún momento o etapa todas las personas han podido sufrir algún episodio de insomnio, pero que en algunas personas se cronifica y llega a afectar tanto a nivel físico como psicológico. Según un estudio, los trastornos del sueño afectan a un 20,8% de los adultos españoles, siendo la prevalencia más alta en mujeres que en hombres y llegando incluso a precisar fármacos para dormir. El insomnio se define como una dificultad persistente en el inicio del sueño, su duración, consolidación o calidad que ocurre a pesar de la existencia circunstancias adecuadas y que se acompaña de malestar o deterioro de las áreas social, laboral, académica o conductual.
Dormir es una necesidad fisiológica absolutamente imprescindible para la salud física y mental. Durante el sueño el organismo activa una serie de mecanismos de reparación y segrega hormonas imprescindibles para estos procesos. Una de las hormonas más estudiadas en relación a los ciclos de sueño-vigilia es la hormona melatonina.

Propiedades de los principios activos:

- Melatonina

La melatonina es una hormona sintetizada en el organismo a partir del aminoácido esencial triptófano que a través de diversos procesos se convierte en serotonina en un primer paso, y finalmente en melatonina. Su acción principal es de inductor del sueño (inicio) aunque también modula los relojes periféricos, repartidos por todo el cuerpo, lo cual hace que sea un marcador de los ritmos circadianos. La síntesis de melatonina no es constante a lo largo de la vida. La producción se inicia a los 3 o 4 meses de edad. Sus niveles se van incrementando a lo largo de la infancia, hasta alcanzar el máximo entre los 8 y los 10 años y con la pubertad la síntesis se reduce. Pasados los 40-45 años disminuye paulatinamente, y en mayores de 70 años los niveles no superan el 10% de los presentados en la adolescencia. Pero en los niveles de melatonina no solo influye la edad, también la luz. En individuos sanos la síntesis de melatonina se inicia al oscurecer, puesto que la luz es el principal factor que regula la secreción de melatonina. Alcanza el máximo entre medianoche y las 2-3h de la madrugada. De forma sintetizada, altos niveles de melatonina en sangre informan que es de noche a los órganos y tejidos y ayudan a organizar los ritmos circadianos y los ciclos vigilia-sueño. La melatonina induce el sueño, reduciendo el tiempo para conciliarlo, mejora su calidad e incluso alivia los síntomas de desfase horario (jet lag), por ejemplo en un viaje transoceánico.
La hormona melatonina es administrable por vía oral, por ejemplo en forma de complemento alimenticio, y está indicada en trastornos del sueño, como el insomnio.
El insomnio puede aumentar el riesgo de sufrir una insuficiencia cardiaca, un ictus o un accidente cerebrovascular, según los estudios. Así que más allá de las consecuencias “clásicas” de dormir poco como son irritabilidad, falta de concentración, antojos alimenticios, cansancio o somnolencia, entre otros, un sueño reparador es fundamental y en este punto una serie de plantas medicinales han demostrado ser de utilidad.

- Amapola de California

La amapola de California (Eschscholtzia californica) contiene principalmente alcaloides (pavinas, protopinas, benzofenantridinas, bencilisoquinoleínas ...) así como flavonoides, fitoesteroles y carotenoides.
La monografía de la Comisión E alemana y la EMA (Agencia Europea del Medicamento – por sus siglas en inglés) describen el uso tradicional de esta planta para prolongar el sueño, especialmente en combinación con otras plantas (como raíz de valeriana o pasiflora), y como sedante, ayudando a aliviar la agitación nerviosa y la irritabilidad, dos factores que en ocasiones producen o derivan en trastornos del sueño.

- Valeriana

Conocida como hierba de los gatos, la valeriana (Valeriana officinalis) destaca por su contenido en aceite esencial, monoterpenos, iridoides y sesquiterpenos (ácido valerénico, valeranona o valerenal). También contiene ácido gamma- aminobutírico (GABA), glutamina y arginina en concentración apreciable.
Los estudios muestran que la raíz de valeriana presenta actividad sedante e inductora del sueño, evidenciando que la valeriana mejora la calidad del sueño, sin efectos secundarios referidos. Esta acción se relaciona con la capacidad del extracto de raíz de valeriana de favorecer la liberación del GABA ( principal neurotransmisor inhibidor del Sistema Nervioso Central).
Además estudios preliminares muestran como la combinación de valeriana con lúpulo podría recomendarse para el tratamiento del insomnio. Dado el buen trabajo que hacen ambas plantas en sinergia, Dormigran integra en su fórmula extracto seco de lúpulo.

- Lúpulo

Utilizado desde la antigüedad como planta medicinal y posteriormente para la fabricación de cerveza, esta planta es rica en compuestos fenólicos.
Los estudios actuales van encaminados a demostrar que la combinación de extractos de valeriana con lúpulo mejoran la “cantidad de sueño” durante la noche ayudando a mantenerlo. Y es que la propia EMA describe que las indicaciones del lúpulo son similares a las de la raíz de valeriana en cuanto a mejorar los trastornos del sueño y ayuda a recuperar la calma reduciendo la tensión nerviosa. El lúpulo muestra actividad relajante y sedativa, cuyo mecanismo de acción se asocia a su capacidad de aumentar la actividad de neurotransmisor ácido-gamma-aminobutírico (GABA) responsable de “apagar” el estado de vigilia, inhibiendo en parte la actividad de sistema nervioso central. Se demuestra así su capacidad para preservar la actividad del ritmo circadiano ayudando a mantener el sueño nocturno.

Principales usos:

Problemas y trastornos del sueño.
Insomnio ocasional o transitorio (por estrés, ansiedad, crisis sentimentales, problemas laborales o económicos, elevado consumo de sustancias estimulantes...).
Insomnio cronificado (cuando dura más de 1 mes) que produce alteración de las capacidades físicas y cognitivas.
Trastornos menores del sistema nervioso, inquietud, nerviosismo que pueden derivar en alteraciones del sueño.
En viajes transoceánicos, para reducir la sensación de jet lag.

Composición activa por cápsula:

125 mg de extracto seco de partes aéreas floridas de Amapola de California (0,2 mg de alcaloides totales).
105 mg de extracto seco de raíz de Valeriana (0,16 mg de ácido valerénico) y equivalente a 320 mg de raíz en polvo.
100 mg extracto seco de estróbilos de Lúpulo (0,075 mg de rutina).
1 mg de melatonina.

Ingredientes:

Extracto seco de partes aéreas floridas de Amapola de California (Eschscholzia californica Cham.) con un 0,2% de alcaloides totales y ratio 3:1, extracto seco de raíz de Valeriana (Valeriana officinalis L.) con un 0,2% de ácido valerénico y ratio 4:1, extracto seco de estróbilos de Lúpulo (Humulus lupulus L.) con un 0,1% y ratio 3:1 de rutina, agente de carga: celulosa microcristalina, cubierta de la cápsula hidroxipropilmetilcelulosa, maltodextrina y melatonina.

Modo de empleo:

Tomar 1 cápsula al día, poco antes de irse a dormir.

Presentación:

Bote de 60 cápsulas.

Advertencias: Los complementos alimenticios no deben utiliazarse como sustitutos de una dieta variada y equilibrada y por un modo de vida saludable. No superar la dosis diaria expresamente recomendada. Mantener fuera del alcance de los niños más pequeños. Conservar el envase bien cerrado, en lugar seco y fresco.

La información contenida en nuestra web tiene carácter informativo y no puede ser considerada como sustitutiva de la prescripción, diagnóstico o tratamiento médico. Los resultados de los complementos nutricionales pueden variar en función de la persona, y el tiempo para obtener los beneficios indicados dependerá de cada caso.